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El Ecumenismo Conservador

Publicado: 2016-12-19

La convocatoria realizada por Cipriani para “mediar” entre el Presidente Kuczynski y Keiko Fujimori y la aceptación de Kuczynski para reunirse con Keiko, no en el Palacio de Gobierno, sino en la casa del cardenal, demuestra que el poder de este último sigue incólume en el ámbito político, pese a los recientes reveses que tuvo a nivel mediático y religioso.  

Efectivamente, desde que comenzó el pontificado del Papa Francisco, Cipriani tuvo que enfrentar varias dificultades: Dos de los obispos más cercanos a él, Guillermo Abanto y Gabino Miranda fueron destituidos por el Vaticano, en ambos casos por escándalos sexuales que difícilmente Cipriani podía desconocer.

Hace pocos meses Cipriani perdió una de las partidas en que más interés había puesto: el conflicto entre la Iglesia y la PUCP. La Universidad y el Vaticano llegaron a un acuerdo, parte del cual fue el nombramiento del cardenal Giuseppe Versaldi como Gran Canciller, perdiendo Cipriani toda influencia en la Universidad. Hace unos días, el arzobispo Salvador Piñeiro celebró en la PUCP una ceremonia especial por Navidad, mostrando que por fin había concluido el desgastante conflicto que Cipriani atizó.

Mientras tanto, los nuevos obispos que el Papa ha nombrado en Chiclayo, Chosica, Chuquibamba, Cusco, Jaén, Huánuco y Tarma, han disminuido el porcentaje de obispos aliados de Cipriani.

Es más, el obispo Raúl Chau, tan cercano a Cipriani que parecía sería su sucesor, aparece hablando en los audios del asesor Moreno, en los que también se menciona a otro obispo auxiliar de Lima, Adriano Tomassi. De otro lado, también los grandes aliados de Cipriani, los arrogantes sodálites, se encuentran desprestigiados. Cuando hace un tiempo El Comercio dejó de publicar los artículos de Cipriani, porque estaban llenos de plagios, el arzobispo parecía ya derrotado desde el punto de vista ético.

Sin embargo, es la esfera política donde Cipriani ha mantenido su poder durante los últimos veinte años. Al ello contribuye que muchos políticos consideran a la religión un instrumento para ganarse la simpatía de la población, acudiendo a procesiones y misas como quien participa en un popular programa de espectáculos. El propio Kuczynski hace unos meses acudió a un desayuno de oración, donde indicó que consagraba el Perú al Corazón de Jesús.

Ahora bien, en el caso de Cipriani, conforme su poder disminuía en la Iglesia Católica decidió aliarse entusiasta con los sectores evangélicos conservadores. Así tenemos un ecumenismo conservador, impensable hace veinte años cuando los católicos hablaban con desprecio de las “sectas”.

Esta actitud de Cipriani coincide con un fenómeno creciente en América Latina: la evidente vocación integrista de los evangélicos conservadores. Viene sucediendo en varios países, donde los líderes evangélicos logran orientar el voto de sus seguidores con mucha más eficacia que cualquier jerarca católico. En Colombia, los evangélicos se opusieron a los Acuerdos de Paz porque creían que en ellos estaba presente la “ideología de género”. En el Brasil, existen alrededor de ochenta congresistas evangélicos que votan conjuntamente para bloquear cualquier medida sobre derechos sexuales y reproductivos. En octubre fue elegido como alcalde de Río de Janeiro Marcelo Crivella, quien no solo es obispo evangélico sino sobrino del millonario Edir Macedo, líder de la poderosa Iglesia Universal del Reino de Dios.

Estos movimientos religiosos están muy vinculados a la Teología de la Prosperidad, según la cual, las riquezas terrenales son una muestra de la bendición de Dios y que la pobreza no es consecuencia de la injusticia, sino de los vicios de la persona.

En el caso del Perú, tenemos que durante la segunda vuelta, un grupo de pastores evangélicos bendijo a Keiko Fujimori, como una especie de abanderada de los valores cristianos, frente a Kuczynski, quien parecería rehén de la ideología de género. Para el ecumenismo conservador, se puede tolerar la corrupción o las violaciones de los derechos humanos si es que se salvaguardan dos o tres versículos bíblicos sobre temas de género. Eso lo sabe Keiko y también otros políticos con pocos escrúpulos como el Alcalde Luis Castañeda, quien se presentó hace unos días en una reunión de pastores para la declaración “Con Mis Hijos No Te Metas”.

Como líder mediático del ecumenismo conservador, Cipriani sabe que sus denuncias contra la ideología de género motivarán a sus aliados evangélicos a organizar marchas y plantones en Lima y otras ciudades. A nivel político, los principales responsables son el pastor y congresista Julio Rosas y su colega fujimorista Nelly Cuadros, congresista por el Cusco.

Esta tarde, tras la injusta censura al Ministro de Educación, Kuczynski se reunió con Keiko en un terreno tan poco neutral como la casa de Cipriani y estuvo rezando con ambos en la capilla personal del arzobispo.   

En los últimos meses, Kuczynski cedió mansamente frente a los pedidos de los fujimoristas sobre la Defensoría del Pueblo, el BCR y la SUNAT. ¿Cuánto cederá ahora frente al ecumenismo conservador?


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Reflexiones Peruanas

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