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pizarro recibiendo el reconocimiento.  foto. rpp.

Sobre Pizarro, el quechua y el mapudungún

Publicado: 2015-06-30


La semana pasada, en Temuco, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena de Chile y la Secretaría Regional de Educación decidieron rendir un reconocimiento público al futbolista peruano Claudio Pizarro debido a los mensajes en quechua que había enviado en Twitter.

Las autoridades chilenas comentaron que muchas veces los deportistas de élite están alejados de la realidad de América Latina y que el fútbol solía ser visto como un asunto frívolo, pero que Pizarro había logrado generar impacto sobre un tema cultural.

De hecho, el gesto de Pizarro, aparentemente sencillo, ha generado mucho impacto a nivel internacional. La prensa chilena y boliviana han comentado muy favorablemente al respecto. El Nuevo Herald de Miami lo calificó de “abanderado de los pueblos originarios” y hasta la cadena Fox News le dedicó un reportaje en inglés.

Durante el homenaje recibido en Temuco, Pizarro aclaró, con sencillez, que él no sabe hablar quechua. Ha querido aprender por internet “porque es una lengua nuestra que no debe perderse”, pero solamente conoce las palabras que le enseñó la empleada que trabajaba en su casa. Explicó que los mensajes los escribió gracias al jugador abanquino Edwin Retamoso y también del fisioterapeuta Teodoro Vilca.

En el Perú, algunas personas que elogiaban sus mensajes, señalaban que debería ser el propio Estado el que se comunicara en quechua. Desconocían, sin duda, las acciones en materia lingüística realizadas por el gobierno actual, como la publicación de millones de textos escolares en idiomas indígenas, inicialmente para primaria, pero ahora también para secundaria. Además, miles de profesores bilingües han sido capacitados y centenares de intérpretes han sido formados por el Ministerio de Cultura, que inclusive ha publicado un Manual de Quechua Chanka destinado a los magistrados y el resto de funcionarios de la administración de justicia.

No faltó quien criticó que Pizarro (o Retamoso) redactaran los mensajes con un “alfabeto caduco”. Sin embargo, poco después el consenso fue amplio en que eso era lo menos importante. Mas bien, se debe incentivar a que los quechuahablantes sientan seguridad para escribir en su idioma. Lamentablemente, muchísimas personas se abstienen de escribir en quechua por temor de ser duramente corregida por la minoría que maneja el “alfabeto oficial”.

Como señalaron los funcionarios chilenos, el gran mérito de Pizarro es presentar el quechua en la escena pública, logrando que muchas personas que sabían idiomas indígenas se cuestionaran a sí mismas, pensando que ellas también podían hablarlo. Un tuit del “ariete”, como lo llama la prensa chilena, tuvo así más impacto mediático que todas las conferencias de prensa que podían organizar universidades o ministerios. Eso lo sabía también la CONADI y por eso le pidió a Pizarro, que escribiera un mensaje en mapudungún, la lengua mapuche que se habla en la Araucanía.

En la noche del 25 de junio, antes del partido contra Bolivia, el Ministerio de Cultura secundó a Pizarro, publicando también un saludo en quechua a los jugadores y también lo hizo en awajún. Luego de la victoria, Pizarro cumplió el pedido de los chilenos y alentó a la selección en quechua y mapudungún.

Todas estas expresiones parecían demostrar que el Perú, poco a poco, estaba avanzando hacia reencontrarse con su lado indígena… pero ese mismo día, horas antes del partido, el programa Al Aire de América Televisión pretendió hacer un simulacro donde mujeres peruanas altas, delgadas, blancas y sensualmente ataviadas jugaban contra supuestas mujeres bolivianas de marcados rasgos andinos y polleras. En ambos casos se trataba de una representación estereotipada, pero, lo más grave, era que se invisibilizaba totalmente a las mujeres andinas del Perú, como si no existieran.

Esta invisibilización es natural para buena parte medios de comunicación peruanos, como se advierte en la publicidad. De hecho, así se comportan los anunciantes peruanos, como se pudo apreciar en los avisos por el Día del Padre de Oeschle, Plaza San Miguel o Ripley o en los comerciales de Primax o Wong. Jamás aparece una persona andina asociada a felicidad familiar, éxito económico o capacidad intelectual.

Regresando al tema del quechua, en estos mismos días, el congresista Hugo Carrillo ha venido promoviendo un proyecto de ley para que se enseñe en todos los colegios peruanos. Parece una iniciativa muy positiva, frente a la cual yo solamente matizaría que en la Amazonía o Puno se plantee el aprendizaje del idioma indígena predominante en la zona. Sería más conveniente, por ejemplo, que en Chanchamayo se enseñara asháninka, en Ilave aymara y en Pucallpa shipibo.

La diferencia es abrumadora con Bolivia, donde en un mes vence el plazo para que todos los funcionarios públicos acrediten el manejo de un idioma indígena y la gran mayoría viene optando por prepararse en quechua y aymara. Les habremos ganado en el fútbol, pero por ahora nos ganan en lograr que los idiomas indígenas estén presentes en las instituciones públicas.



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