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el grupo méxico está muy cuestionado en su país de origen

La Tía María y el cuestionado Grupo México

Publicado: 2015-05-20


La semana pasada, la empresa minera Grupo México fue denunciada en España por obtener la adjudicación de la mina de Aznalcóllar de manera irregular. Las fundadas sospechas de corrupción llevaron al gobierno de Andalucía a paralizar la adjudicación, para frustración de muchos sevillanos que esperaban volver a trabajar en dicho proyecto.

Las protestas contra Tía María en el Perú y el escándalo de Aznalcóllar, no son las circunstancias dramáticas en que recientemente ha estado involucrada el Grupo México. El año pasado esta gran empresa fue responsable de un terrible desastre ambiental, considerado el peor en la historia de México, por el derrame de residuos tóxicos en dos ríos del Estado de Sonora. La empresa inicialmente sostuvo que el incidente se había producido por unas lluvias sorpresivas, pero esto fue luego desmentido por las autoridades. Hace un mes, el Grupo México fue denunciado nuevamente en Sonora, esta vez por acaparar los pozos del Estado y el agua del río principal, originando serias consecuencias para la agricultura. En el norte de México, la fama de la empresa se remonta a la muerte de 65 trabajadores en un grave accidente en el Estado de Coahuila en el 2006.

Nada de esto sabían los agricultores del valle del Tambo cuando en el 2011 protestaban contra Tía María, el proyecto de Southern, la filial del Grupo México en nuestro país, pero sí estaban muy preocupados por las posibles consecuencias que podía generar para el uso del agua y la contaminación.

Al Grupo México, sin embargo, le preocupaba muy poco la opinión de los habitantes del valle. En lugar de dialogar con ellos, gastó mucho dinero en publicidad en los medios limeños sobre las bondades del proyecto. Las protestas de los agricultores fueron enfrentadas violentamente por la policía, muriendo los agricultores Andrés Taype, Aurelio Huacarpuma y Néstor Cerezo. Ante el escándalo, la empresa decidió suspender el proyecto… pero no cancelarlo y en el valle del Tambo se mantuvo la incertidumbre.

En diciembre del año 2013 la falta de escrúpulos del Grupo México y la complicidad de las autoridades se hicieron nuevamente evidentes: se debía realizar una audiencia pública en Cocachacra para que los ciudadanos del valle expresaran sus dudas sobre el Estudio de Impacto Ambiental… y aparecieron en la asamblea numerosos desconocidos que “actuaron” como vecinos del lugar, respaldando el proyecto.

La impostura fue tan burda que hasta el párroco de Cocachacra pidió la palabra para denunciarla, siendo acallado por los falsos pobladores, quienes le reclamaron “dedicarse a sus rezos” y “no confundir a la gente”. Además, el distrito estaba totalmente militarizado para impedir que la población protestara contra la audiencia amañada (pero presentada por las autoridades como exitosa).

Sinceramente, los antecedentes de esta empresa mexicana hacen pensar que el bienestar de los agricultores arequipeños les importa muy poco. Y su actitud después de la muerte de siete personas permite creer que tampoco les preocupa la vida de ellos. ¿Realmente una empresa así debe comenzar un proyecto tan importante?

Ahora bien, si los funcionarios peruanos reaccionan con tanta complacencia hacia esta empresa (a diferencia de lo que ha pasado en España o en México), creo yo que es por su menosprecio hacia los habitantes de las zonas rurales, pensando que no vale la pena tomar en cuenta sus opiniones. Esta mentalidad discriminadora hacia los campesinos se expresa también en las fuerzas de seguridad: la violencia que emplean ante las protestas sociales es mucho mayor que la que se usa en Lima.

Como en Conga, Espinar y Pichanaki, las fuerzas policiales actúan como si fueran vigilantes privados de la empresa minera. En las últimas semanas la policía ha matado a los agricultores Henry Checlla y Victoriano Huayna y los manifestantes han matado al policía Alberto Vásquez. Otras dos personas han fallecido durante el bloqueo de ómnibus debido a problemas de salud. Pese a todo este panorama, el gobierno es incapaz de decirle al Grupo México lo que es evidente: que el proyecto Tía María es inviable debido al masivo rechazo popular. Entretanto, las protestas se extienden, del valle del Tambo a Mollendo, de Mollendo a Arequipa y de Arequipa a todo el sur, desde Apurímac hasta Tacna.

Pretender imponer a sangre y fuego un proyecto minero implica afectar el principio de seguridad jurídica que es la base del capitalismo: la necesidad de que el inversionista cuente con reglas claras para planificar sus inversiones. En este caso, son los agricultores del Tambo quienes viven un tiempo de gran inseguridad gracias a las políticas estatales.   Para algunos limeños, claro, son gente que se opone "a todo tipo de desarrollo" y que se empecinan en vivir en la miseria por un bloqueo ecológico. 

El rol del Presidente Humala ha sido lamentable, pues parece totalmente subordinado a la empresa mexicana, perdiendo así toda popularidad en el sur del país, donde más respaldo tuvo.    Es terrible pensar que no es el gobierno, sino el Grupo México, quien tendrá que decidir si se lleva a cabo o no el proyecto Tía María.   Al parecer, los ocho muertos, no le parecen a esta empresa una cifra muy importante.


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Reflexiones Peruanas

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